Espolón Calcáneo: qué es y cómo puede ayudarte la medicina regenerativa
¿Qué es el Espolón Calcáneo?
El espolón calcáneo es una prolongación ósea en forma de espina que aparece en el talón, generalmente en la parte inferior del hueso calcáneo. Suele estar asociado a inflamación de la fascia plantar (fascitis plantar) y es una causa frecuente de dolor al apoyar el pie.
Síntomas más comunes
- Dolor punzante en el talón al dar los primeros pasos por la mañana.
- Molestias que empeoran tras largos periodos de pie o caminando.
- Sensación de “clavo” o pinchazo en el talón.
- Rigidez en la planta del pie.
Factores de riesgo
- Uso prolongado de calzado inadecuado.
- Sobrepeso u obesidad.
- Actividades con impacto repetitivo (correr, saltar).
- Alteraciones en la pisada (pies planos o cavos).
- Mayor incidencia a partir de los 40 años.
Tratamientos convencionales
- Reposo relativo y cambios de actividad.
- Calzado adecuado y plantillas ortopédicas.
- Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de la fascia plantar.
- Fisioterapia y masajes específicos.
- Medicamentos antiinflamatorios.
- Ondas de choque para estimular la reparación.
- Cirugía en casos muy resistentes.
Medicina regenerativa: una alternativa moderna
La medicina regenerativa busca reparar tejidos y disminuir la inflamación estimulando los propios mecanismos de curación del cuerpo. En el espolón calcáneo se utilizan principalmente:
1. Plasma Rico en Plaquetas (PRP)
- Inyección de concentrado de plaquetas del propio paciente.
- Promueve la curación de la fascia plantar y reduce la inflamación.
2. Factores de crecimiento
- Proteínas que estimulan la reparación celular.
- Mejoran la calidad del tejido lesionado.
Ventajas potenciales
- Pueden evitar o retrasar la cirugía.
- Reducen el dolor y mejoran la movilidad.
- Baja probabilidad de efectos adversos, al usar material biológico propio.
- Actúan sobre la causa y no solo sobre el síntoma.
Consideraciones importantes
- La indicación debe ser evaluada por un especialista en medicina regenerativa o traumatología.
- El éxito depende del grado de inflamación y del tiempo de evolución del problema.
- Puede combinarse con fisioterapia y cambios de hábitos para mejores resultados.
Recomendaciones para el cuidado del pie
- Usar calzado cómodo, con buena amortiguación.
- Realizar ejercicios de estiramiento de la fascia plantar y el tendón de Aquiles.
- Mantener un peso saludable para reducir la carga en el talón.
- Aplicar hielo en episodios de dolor agudo.